Un par de veces en mi vida, he tenido momentos de claridad absoluta,
cuando por unos breves momentos, unos segundos,
el silencio ahoga el ruido y puedo sentir más que pensar.
Y las cosas parecen tan precisas y el mundo tan fresco.
Nunca pude hacerlo últimamente.
Me aferro a ellos pero, como todo, se desvanece.
He vivido mi vida por esos momentos.
Ellos me llevaron hasta el presente y me doy cuenta que todo es como debía ser.
Qué difícil es ahogar el ruido, Gea, te felicito por haberlo conseguido aunque sean unos breves momentos. Un abrazo
ResponderEliminarAlfredo,este texto es extraído de la pelicula que lleva el nombre de la entrada.Un abrazo y gracias
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