Eres tierra
y en luz tierra te has de convertir.
Eres polvo de estrellas
y en luz de estrella te has de convertir.
Que en la muerte que disuelve
la materia se revele siempre la
conciencia pues siempre, en
cada muerte, en esa viva luz
te has de convertir.
Nos dirigimos a la misma
luz de la que un día partimos.
Qué bello, Leire. Una abrazo. Namasté.
ResponderEliminarSi es muy bello.otro abrazo para ti Alfredo.
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