El científico pionero de la física cuántica, Max Planck, fue el primero en utilizar el término “Matrix” para definir al campo de energía que sostiene a la realidad. Según la ciencia existen una serie de estructuras en el éter, las cuales organizan el flujo energético dándole forma de patrones específicos. Los Sólidos Platónicos (Tetraedro, Cubo, Octaedro, Dodecaedro e Icosaedro) serían esos patrones dentro del éter que organizan a la energía para darle formas determinadas a la realidad que vemos y tocamos. Como verdaderas autopistas geométricas que rodean el planeta, los Sólidos Platónicos son estructuras geométricas compuestas de “música cristalizada”, las cuales se ordenan naturalmente y adoptan sus características morfológicas en el éter cuando éstas pulsan en su frecuencia específica. Este era un secreto muy bien conocido por los grandes maestros de la música clásica, que en sus composiciones no solo se dedicaron a hacer melodías, sino que también creaban frecuencias que eran capaces de reordenar los patrones geométricos en el éter. Otro punto importante a la hora de comprender la composición de la Matrix es que los Sólidos Platónicos son en sí mismos los 4 elementos: Tetraedro = Tierra, Cubo = Agua, Octaedro = Aire, Dodecaedro = Fuego y el Icosaedro sería la caja de contención, el éter.
Una nueva frecuencia arriba al planeta como si fuera una actalización para el sistema operativo que conforma la realidad. Este nuevo programa está limpiando nuestro propio software de tantos abusos y desviaciones de las leyes de la naturaleza. El biofísico molecular ruso, Vladimir Poponin, de la Academia Rusa de Ciencias, descubrió que el ADN humano es como un Internet biológico superior en muchos aspectos al artificial. ¿Qué significa esto? Que nuestro ADN está sintonizado con una matriz de información pre-existente a la vida que permite al ADN decodificar códigos de información holográfica impresos en la luz y trasducirla a patrones genéticos que reprograman la vida. Pero lo que los genetistas rusos también descubrieron, es que aquellos que se encuentran sintonizados con estados de odio o miedo, pierden coherencia y neutralizan inconscientemente su ADN, cerrándose a esta verdadera actualización del software biológico. Esto significa que todo aquel que se resista a cambiar su óptica de la vida, estará automarginándose de la experiencia evolutiva. La epigenética es una nueva ciencia que nos enseña que podemos programar nuestra propia genética mediante nuestro potencial emocional, los pensamientos y la propia palabra. Las ondas sónicas o “Fonones” son recepcionadas por el ADN, si la onda entrante está anidada en una serie de proporciones que son COHERENTES (ordenadas y armónicas), entonces el ADN puede influenciarse y programarse con sonidos y/o palabras.
El Sol emite información contenida en los patrones de luz y el ADN capta la nueva holografía contenida en los patrones de energía consciente y los retransmite a todo nuestro cuerpo, permitiendo abrirnos a la posibilidad de abrazar una nueva conciencia aperturada en la grilla geométrica que opera como una matriz hiperdimensional.
El estrés, las preocupaciones o un intelecto hiperactivo también entorpecen la comunicación exitosa con la Matrix, o bien la información se distorsiona y se vuelve inútil. Todos estamos siendo invitados a vibrar en las nuevas frecuencias. Toda nuestra estructura física y cuántica está siendo aumentada vibracionalmente por energías superiores a las antes conocidas.
Nuestros átomos, meoléculas y células, buscan sintonizarse y vibrar en armonía con los nuevos patrones de energía. Esto produce enormes cambios en nuestro comportamiento. Se aceleran nuestros ritmos biológicos, creando estados emocionales cada vez más intensos y alterando los patrones de comportamiento.
Las investigaciones de los rusos nos obligan a pensar que los seres vivos se comunican unos a otros en un proceso vía ADN por lo que todo ser vivo es parte del proceso y que en todo el Universo existen redes de energía por intermedio de la cual fluye el intercambio de información. La naturaleza de este campo unificado es la que permitiría la existencia de la conciencia colectiva. Esto significa que toda la vida asiste al planeta a construir su nueva realidad. Nosotros somos protagonistas del cambio. Todo se inicia de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro. Un empuje gravitacional implosivo, produce un emuje de radiación explosivo. Hace más de dos mil años en el Evangelio apócrifo de Tomás, estaba escrito: “Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de arriba como lo de abajo, entonces entraréis en el Reino”.
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