Georges Colleuil:El Simbolo

El mundo del símbolo es el mundo del hombre. Y el primer símbolo quizá es la palabra. De hecho debemos empezar por preguntarnos qué es lo que significa la misma palabra símbolo. Esta palabra es de origen griego y hace referencia a algo que ha sido cortado, dividido y que tenemos que reunificar. La palabra símbolo indica lo contrario que la palabra diabolo: dia significa ‘a través de’ y bolo significa ‘tirar’. Con diabolo expresamos que tiramos y dividimos; en cambio, con la palabra símbolo indicamos que reunimos lo que ha sido dividido.

»De modo que la primera idea importante en cuanto al símbolo, sea el que sea, es que tiene el poder de reunificar una parte nuestra que está ausente. Reincorporamos esta parte ausente a una parte más grande.

»Por ejemplo, en la Grecia antigua llamaban símbolo a un objeto que dos personas acordaban romper en dos partes (podía ser un cuarzo, una estatua, un pergamino…); cada protagonista guardaba una de las partes como recuerdo de una vieja amistad, o bien como recuerdo de la familia (cuando un hijo se independizaba). Otro ejemplo de símbolo era romper la hoja de un contrato en dos mitades; cada una de las partes guardaba una mitad. Esto también se aplicaba a la asistencia al teatro; se partía el tique de entrada y una parte se la quedaba el espectador, mientras que la otra la conservaba el teatro como resguardo.

»Cuando trabajamos sobre un símbolo, o meditamos sobre él, esto nos permite reunirnos con una parte nuestra que es más grande que nosotros.

Un ejemplo clave de símbolo sería el arco iris, que siempre ha sugerido un nexo, una pasarela entre el mundo visible y los mundos invisibles.

»Otro de los símbolos primordiales es el cordón umbilical, por lo que implica de unión con un origen.

»La espiral es otro gran símbolo. Es un símbolo ‘unificador’; nos recuerda que todo en la naturaleza está enrollado y tiende a desenrollarse. Cuando el hombre medita sobre la espiral no sólo vuelve a sí mismo; también realiza un bucle en la cadena que conecta la fuente de la vida al océano de la consciencia.

»Los colores son los símbolos por excelencia. Cada color conserva en su propia memoria el recuerdo vibratorio de cuando era luz. Como el hombre, cada color lleva consigo la memoria de un paraíso perdido, de una forma primordial unificada que un día se ‘rompió’. De la misma manera que un trozo de cristal lleva consigo la indescriptible memoria de la roca madre de donde se extrajo, o como cada ser humano ha conservado en su textura celular la información vibrante de la matriz de la que ha partido.

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