¿Cómo puedo contener mi alma
para que no se roce con la tuya?
¿Cómo podría tenderla
por encima de ti y hacia otras cosas?
Me gustaría guardarla
en una oscuridad remota,
en un lugar ajeno y quieto que no vibre
cuando vibran tus honduras.
Pero todo lo que nos toca, a ti y a mí, nos toca juntos
como el arco que de dos cuerdas saca una voz sola.
¿Sobre qué instrumento estamos tendidos?
¿Qué violinista nos sujeta en su mano?
Oh, dulce canción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.