John O'Donohue:Domesticados


Una casa puede convertirse en un pequeño mundo encerrado en sí mismo. 
Refugiados en él, 
aprendemos a olvidar el universo salvaje y magnífico en el que vivimos. 
Cuando domesticamos nuestras mentes y corazones, 
reducimos nuestras vidas. 
Nos desheredamos a nosotros mismos como niños del universo. 
Casi sin darnos cuenta, 
nos introducimos en roles y rutinas prefabricadas 
que establecen nuestras posibilidades y permisos. 
Adquirimos un conjunto de convicciones 
acordes a la política, la religión y el trabajo.
Las intercambiamos entre unos y otros 
como si fueran verdades absolutas. 
Pero la mayor parte de estos sistemas de creencia son barreras auto-construidas, 
son frágiles clichés erguidos alrededor de nuestras vidas 
para dejar que el misterio permanezca afuera.

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