No hay muerte de nadie, sino sólo en apariencia, 
así como no hay nacimiento de ninguno, salvo en lo exterior. 
El cambio de ser a devenir parece ser nacimiento. 
El cambio de devenir a ser, parece ser muerte, 
 en realidad ninguno realmente nace, así como ninguno realmente muere. 
Es simplemente el hacerse visible y luego invisible;
la primera por la densidad de la materia, y la última por la sutileza del Ser, 
Ser que es siempre el mismo, siendo su único cambio el movimiento y el reposo.
Apolonio de Tiana


En el antiguo arte de la alquimia
se conjugaba lo eterno con lo transitorio. 
En el proceso había tres fases:nigredo,albedo y rubedo.

Nigredo: la materia prima es pulverizada, calcinada, disuelta, fundida. La nigredo tiene su paralelo en el proceso de individuación, en el encuentro con la sombra. Todo lo que se había criticado en los demás, se presenta en los sueños, como parte del propio modo de ser. Las ilusiones que uno tenía de uno mismo y del mundo, se desvanecen. Se le arrebata al yo su omnipotencia y se ve enfrentado al poderoso inconsciente.

Este estado puede ser muy duradero, porque deben hacerse conscientes todas las oscuridades y todas las personalidades parciales autónomas, (complejos autónomos) que deben ser reconocidos y moralmente dominados.


Albedo: Aquí corresponde la integración del componente íntimo, propio, correspondiente al sexo contrario, el ánimus en la mujer y el ánima en el hombre.

Durante esta segunda etapa continúa la del Nigredo, porque la sombra es como la hidra de siete cabezas , las cuales renacen después de haber sido cortadas.

Albedo es una operación menos violenta que el Nigredo, pero en ella es de honda sabiduría mantener el fuego que no queme o destruya y a la vez que no enfríe el proceso. Psicológicamente, se refiere a la transferencia entre paciente y médico o a una gran pasión amorosa fuera del tratamiento. En el simbolismo alquimista, el problema es proyectado como "boda mística "de los elementos y expresado en múltiples variantes.

Una gran relación amorosa es advertida como proyección del ánimus o ánima, respectivamente, sobre otra persona y con ella frecuentemente se produce una relación basada en una común inconsciencia donde están todas las contradicciones presentes.

En una relación amorosa, existen siempre cuatro figuras: el hombre y su ánima y la mujer y su ánimus. En estos cuatro elementos se dan todos los innumerables fenómenos posibles de rechazo y de atracción. Este hecho nos obliga a dar nuestra atención a la psique inconsciente. Para los alquimistas es más fácil que para nosotros, porque ellos intentaban obtener la piedra filosofal mediante la boda alquimista en la retorta. Nosotros debemos realizarla en nosotros mismos y esto nos afecta muy profundamente

Los participantes de la" boda alquímica", son descritos como hermano y hermana, madre e hijo, etc. Su unión es un incesto, este aspecto tiene la finalidad de hacernos conscientes la proyección. Nos obliga a darnos cuenta de que en último término, se trata de una íntima unión de los componentes de nuestra propia personalidad, de un "desposorio espiritual" como vivencia interior no proyectada. Alude a la unificación de los contrarios en el Sí mismo. 

Rubedo: (enrojecimiento y color dorado). El trabajo está concluido, es abierta la retorta y la "piedra filosofal" comienza a irradiar una acción cósmica curadora.

Algunos maestros intuían que se trataba de un desarrollo a través de la meditación, del propio hombre "interior" que se reflejaría también en el exterior. La piedra alquimista es también identificada con Mercurio y como figura divina y tripartita del Anthropos, es el cuerpo de la resurrección, que es tanto espiritual como somático y de tal sutileza que puede penetrarlo todo.http://alcione.cl/

Rubedo es la etapa final del proceso alquímico; el cambio cromático culminado que marca la realización visible de la impecabilidad primordial. Del mismo modo que los textos tradicionales,desde los antiguos papiros egipcios a manuscritos latinos, empleaban rúbricas(letras rojas) para significar transiciones importantes, también el rubedo marcar el punto de transformación crítica en la que el eterno se hace tangible.Evoca la perfección fugaz de la vida como una flor escarlata.Aarón Cheak