Mi agradecimiento y cariño a todos los que me habéis acompañado
en este 2015.Para mi ha sido un año de grandes transformaciones,
cambios y nuevas oportunidades.
Os deseo lo mejor para todos y sobre todo muchísimo amor.
Geha

Atención pido al silencio. 
Y silencio a la atención.
Martín Fierro

Hace unas noches tuve un sueño que me inspiró este vídeo 
con unos versos de Octavio Paz.

PREGUNTAS



¿Por qué trescientas ballenas deciden suicidarse
y lo hacen en el Golfo de Penas?


Un día no es un día de una vida, sino una vida
Juán Ramón Jiménez
Remedios Varo

Odilon Redon

Tal hombre despierta por la mañana, en su cama. Apenas se ha levantado, ya está dormido otra vez; al entregarse a todos los automatismos que hacen que su cuerpo se vista, salga, camine, vaya a su trabajo se agite de acuerdo a la regla cotidiana, coma, hable, lea el periódico –ya que es en general el cuerpo sólo quien se ocupa de todo esto-, mientras hace todo esto él duerme. Para despertar haría falta que pensara: “toda esta agitación está fuera de mí”. Haría falta un acto de reflexión. Pero si este acto desencadena en él nuevos automatismos, los de la memoria, los del razonamiento, bien podrá su voz afirmar que aún sigue reflexionando, pero él se ha vuelto a dormir. Así que puede pasar días enteros sin despertar un solo instante. Basta que pienses tú en esto estando en medio de una multitud, y te verás rodeado de una masa de sonámbulos. El hombre pasa no, como se dice, un tercio de su vida durmiendo, sino casi toda su vida durmiendo con ese verdadero sueño del espíritu. Y al sueño, que es la inercia de la conciencia, no le cuesta mucho atrapar al hombre en sus redes: ya que éste es natural y casi irremediablemente perezoso, quisiera despertar, es cierto; pero como el esfuerzo no le agrada, él quisiera -e ingenuamente lo cree posible- que este esfuerzo, una vez realizado, lo coloca en un estado de despertar definitivo, o al menos de alguna duración; así, queriendo descansar en su despertar, se duerme. Así como uno no puede querer dormir, pues querer, sea lo que sea, siempre es despertar; así tampoco puede uno permanecer despierto si no lo quiere en todo momento. 

Y el único acto inmediato que puedes cumplir es despertar, es tomar conciencia de ti mismo. Entonces, vuelve tu mirada sobre lo que crees haber hecho desde el comienzo de este día: quizás es la primera que te despiertas realmente; y es sólo en ese instante que tienes conciencia de todo lo que has hecho como un autómata, sin pensamiento. En su mayoría, los hombres nunca despiertan siquiera hasta el punto de darse cuenta de haberse dormido. Ahora, acepta –si quieres- esta existencia de sonámbulo. Tú podrás comportarte en la vida como ocioso, como obrero, campesino, comerciante, diplomático, artista, filósofo, sin despertar nunca, sino cada cierto tiempo; justo lo necesario para gozar o sufrir de la manera como duermes; sería incluso tal vez más cómodo –sin cambiar nada de tu apariencia- no despertar en absoluto. 

Y como la realidad del espíritu es acto, no siendo nada la idea misma de “substancia pensante” cuando no es pensada en el presente, en ese sueño, ausencia de acto, privación de pensamiento, no hay nada: es realmente la muerte espiritual. 

Pero si tú elegiste ser, has emprendido un camino muy duro, siempre en subida, y que reclama un esfuerzo a cada instante. Tú despiertas: e inmediatamente debes despertar otra vez. Despiertas de tu despertar: tu primer despertar aparece como un sueño a tu despertar profundo. Por esta marcha reflexiva la conciencia pasa perpetuamente al acto.René Daumal

Mi Cena Con André,
 Pelicula de 1981 
¿Diálogo premonitorio?

El deseo de luz produce luz. 
Es realmente luz lo que se desea cuando cualquier otro móvil está ausente. 
Aunque los esfuerzos de atención fuesen durante años aparentemente estériles, 
un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos, inundará el alma. 
Cada esfuerzo añade un poco más de oro a un tesoro que nada en el mundo puede sustraer.
Simone Weil

Desarrollad vuestra legitima rareza.
René Char

Voy a dejar que las cosas quietas me desvelen su sosegada locura. 
Después empezaré a construir desde cero una vez más.
Isabel Bono

ESCUCHAS.-OTTO SCHARMER



Escucha 1: Descargando “Si, eso ya lo sé.” Yo llamo esta clase de escucha “descargando” re confirmar nuestros juicios habituales al escuchar. Cuando usted está en una situación dónde todo lo que ocurre confirma lo que usted ya sabe, usted está escuchando a través de “descargar”. 

Escucha 2: Hechos “Ohh, Mira eso!” Esta clase de escucha es factual, de hechos o enfocada en objetos: escuchar para prestar atención a los hechos y a datos novedosos o falsos. Usted apaga su voz interna de juicio (en el sentido de juzgar) y escucha a las voces que están en frente suyo. Usted se enfoca en lo que se diferencia de lo que usted ya conoce. La escucha de hechos constituye el modo básico de la buena ciencia. Usted deja que los datos le hablen. Hace preguntas y pone especial atención a las respuestas que obtiene.

Escucha 3: Empática “Si, se exactamente cómo te sientes”. Esta clase más profunda de escucha es escucha empática. Cuando formamos parte de un dialogo real y prestamos atención cuidadosamente, podemos notar un cambio profundo en el lugar desde el cual nuestra escucha se origina. Nos desplazamos de la observación del mundo objetivo de las cosas, números y hechos (el “mundo-eso”) a escuchar la historia de un ser vivo y en evolución (el “mundo-tu”). Algunas veces, cuando decimos “sé cómo te sientes,” nuestro énfasis es en una clase de saber mental abstracto. Pero para realmente sentirse como otra persona se siente, debemos tener un corazón abierto. Solo un corazón abierto nos brinda la capacidad empática de conectarnos directamente con otra persona desde adentro. Cuando esto sucede, sentimos un cambio profundo ya que entramos a un nuevo territorio en la relación; olvidamos nuestra agenda personal y empezamos a ver el mundo a través de los ojos de otra persona.

Escucha 4: Generativa “no puedo expresar lo que siento en palabras. Todo mi ser se ha apaciguado. Me siento más tranquilo y presente y más como yo soy en realidad.” Esta clase de escucha se mueve más allá del campo actual y nos conecta a una esfera aun más profunda de lo que emerge. Yo llamo a este nivel de escucha “escucha generativa”, es escuchar desde el campo emergente de posibilidades futuras. Este nivel de escucha requiere que accedamos no solo a nuestro corazón abierto, pero también a nuestra intención abierta – nuestra capacidad de conectarnos con las más altas posibilidades futuras que pueden emerger. Ya no buscamos algo afuera, no sentimos empatía por alguien frente a nosotros. Estamos en un estado alterado. “comunión” o “gracia” es tal vez la palabra que más se acerca a la textura de esta experiencia. 

Cuando usted opera desde la escucha 1 (descargando), la conversación reconfirma lo que usted ya sabe. Usted reconfirma sus hábitos de pensamiento: “otra vez con lo mismo!” Cuando usted actúa desde la escucha 2 (escucha de hechos), usted refuta lo que ya sabe o conoce y se da cuenta de lo que es nuevo: “fíjate, esto se ve muy diferente hoy!” Cuando usted toma la decisión de actuar desde la escucha 3 (escucha empática), su perspectiva es re direccionada a escuchar la situación a través de los ojos de otra persona “Si, ahora entiendo cómo te sientes acerca de eso. Lo puedo ver yo también.” Y finalmente, cuando usted decide actuar desde la escucha 4 (escucha generativa), usted cae en la cuenta que al final de la conversación usted no es la misma persona que usted era cuando esta comenzó. Un delicado pero profundo cambio ha tenido lugar en usted que lo ha conectado al origen profundo de su conocimiento, incluyendo el conocimiento de su mejor posibilidad futura y su mejor ser.https://www.presencing.com/sites/default/files/page-files/TU-ExecSum-Spanish.pdf


Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.

Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.

Sería un minuto fragante,
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en un inquietud instantánea.

Los pescadores del mar frío
no harían daño a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.

Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.

No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es sólo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.

Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,
este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñe
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.

Ahora contaré hasta doce
y tú te callas y me voy.

Pablo Neruda

Yo mismo, cuando me obligo a hacer algo que no quiero, 
cuando trato, cuando intento, cuando me presiono, cuando me obligo, 
cuando me impongo darte… es probable que consiga darte más, 
quizás mucho más, pero nunca te doy lo mejor. 
Porque lo mejor de mí, lo más bello de mí; lo más constructivo de mí… 
es lo que quiero darte, es lo que me surge sin esfuerzo.
Eric Berne

EL HOMBRE BOSQUE


¡Qué hermosa realidad!!

LA INVITACION


Texto:Oriah Mountain Dreamer 
Música:Keiko Matsui 
Arte:Gabriel Pacheco

Georges Moustaki canta un poema 
de Sri Aurobindo

POÉTICAS



Luchar por las cenizas,
es renunciar al fuego.
 Benjamín Prado

¿Qué es lo que muero cuándo soy?
 Fernando Pessoa

El mar es un antiguo lenguaje que ya no alcanzo a descifrar.
Jorge Luis Borjes

Imagina que el tiempo sólo es lo que amas.
Antonio Lucas

LUMINISCENCIAS


Alberto Montt

POÉTICAS





Y, del resto salvado, rebrotar lo necesario.
Wislawa Szymborska.

Muriendo de costumbre
Cesar Vallejo

Te llaman porvenir porque no vienes nunca.
Angel Gonzalez

Al ver tu luz, la enciendo 
David Testal

Ni cogeré las flores, 
ni temeré las fieras, 
y pasaré los fuertes y fronteras.
S.Juan de la Cruz


-¿De qué va esto del amor?

-Es raro. Se me ocurren para contestar algunos versos que parten de la misma duda, del mismo enigma. Por ejemplo, aquel de Gimferrer: «Tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos». ¿De qué va eso del mar? Pues imagínese el amor, que no se ve, no trae agua, no se le conoce orillas y aun así ahoga.Antonio Lucas

Precioso relato poetico de William Blake
en el que una pastora pregunta sobre el sentido transitorio de de la vida.




¿Sabe el águila lo que está en el foso
o irás a preguntárselo al topo?
¿Puede la sabiduría encerrarse en un cetro
y el amor en un cuenco dorado?

Las hijas de Mne. Seraphim cuidaban sus soleados rebaños, con excepción de la más joven que, lívida, buscaba la brisa secreta para desvanecerse como la belleza matutina de su día mortal.

A largo del río de Adona se oye su delicada voz.

De esta manera cae su tierno lamento, similar al rocío de la aurora:

¡Oh vida de esta primavera nuestra! ¿Porqué se marchita el loto sobre el agua?

¿Porqué se marchitan estos hijos de la primavera, nacidos sólo para sonreír y caer?

Ah, Thel es como un arco acuoso, como una nube que se aleja, como la imagen en un espejo, como sombra en el agua, como el sueño del infante, como la risa en el rostro juvenil, como la voz de la paloma, como el día fugitivo, como la música en el aire.

Ah, dulcemente desearía yacer, con ternura posar mi cabeza y dormir el sueño de la muerte, escuchando la voz de aquel que se pasea por el Jardín de la noche.

El lirio del valle, que respiraba confundiéndose con la modesta hierba, respondió así a la hermosa doncella:

Soy una brizna acuosa, y pequeñísima, a quien gusta habitar las tierras bajas. Tan débil soy, que la dorada mariposa apenas puede posarse sobre mi cabeza. Sin embargo, recibo visitas del cielo. Aquel que a todos sonríe camina por el valle, y cada mañana sobre mi extiende su mano diciéndome:

Regocíjate, humilde hierba, flor de lirio recién nacida, gentil doncella de los prados silenciosos y de los tímidos arroyos, pues de luz te habrán de vestir y te alimentarás con el maná de la aurora; hasta que el calor del verano te derrita junto a las fuentes y los manantiales, para florecer en eternos valles. ¿Porqué pues, habría de lamentarse Thel? ¿Porqué dejaría escapar un suspiro la Señora de los valles de Har?

Calló y sonrió entre lágrimas, antes de sentarse en su altar de plata.

Respondió Thel:

Oh, tú, pequeña virgen del tranquilo valle, que das a quienes no pueden implorar, a los sin voz, a los exhaustos; tu aliento nutre al inocente cordero que huele tus prendas lácteas, y cosecha tus flores mientras tu le sonríes al rostro, limpiando en su tierna y mansa boca toda mácula. Tu vino purifica la áurea miel; el aroma que viertes sobre cada hoja de hierba, anima el alma de las reses, y doma al corcel de flamígero aliento. Pero Thel es como una desfalleciente nube que el sol nuevo ilumina: me esfumo en mi trono perlado. ¿Quién podrá hallar mi lugar?

Pregunta a mi tierna nube, reina de los valles -respondió el lirio.- y te dirá porqué rutila en el cielo matutino, y porqué siembra su belleza brillante en el aire húmedo. Desciende, pequeña nube, desciende sobre los ojos de Thel.

Bajó la nube; el lirio inclinó su tímida cabeza, y se retiró a descansar sobre la hierba.


II.

Oh, pequeña nube, -dijo la virgen- te conmino a que reveles porqué no te quejas cuando en una hora te desvaneces. Cuando el instante pasa, te buscamos sin poder hallarte. Ah, similar eres a Thel, ya que cuando me voy, nadie me lamenta, nadie escucha mi voz.

La nube reveló entonces su dorada cabeza, y así surgió en su refulgente forma, flotando resplandeciente en el aire, ante el rostro de Thel.

Oh, virgen, ¿acaso ignoras que nuestros corceles beben en los manantiales dorados, dónde Luvah renueva sus caballos? ¿Has contemplado mi juventud y temes que me desvanezca y nadie pueda ya verme? Nada permanece, doncella. Al morir me dirijo a una vida decuplicada en amor, paz, y sagrado éxtasis. Invisible desciendo y poso mis ligeras alas sobre las flores aromáticas, seduciendo al rocío de bello mirar, para que consigo me lleve a su fulgurante morada. La llorosa virgen, temblorosa, se arrodilla ante el sol que se eleva hasta que nos levantamos, unidas por una cinta de oro, para no separarnos jamás, llevando por siempre el alimento a nuestras tiernas flores.

¿Eso haces, pequeña nube? Me temo que no soy como tú. Yo paseo por los prados de Har saboreando las flores más fragantes, pero no alimento trémulas hierbas; escucho las aves cantoras, pero no las nutro; ellas mismas vuelan en busca de sustento. Sin embargo, Thel ya no se deleita con ello, pues lentamente se va desvaneciendo, y todos dirán: ¿habrá vivido tan sólo para convertirse en hogar de lascivos gusanos?

La nube se reclinó en su aéreo trono, y así repuso:

Si has de ser alimento de gusanos, virgen de los cielos, ¡cuánta será tu utilidad! ¡Qué amplia tu gracia! Nada de cuanto vive existe para sí mismo. Nada temas, pequeña. Llamaré al débil gusano que en su lecho subterráneo yace, para que oigas su voz. ¡Acude gusano, larva del silente valle, junto a tu pensativa reina!

El indefenso gusano se asomó, y fue a detenerse sobre la hoja del lirio. La nube refulgente voló para encontrarse con su compañero en el valle.


III.

Thel contempló asombrada al gusano en su lecho, bañado de rocío.

¿Gusano eres? Tú, emblema de la fragilidad, ¿eres sólo un gusano? Te veo como un niño envuelto en la hoja de lirio. Ah, no llores, diminuto, que si no puedes hablar eres capaz de llorar. ¿Es esto un gusano? Te veo, inerme y desnudo, llorando sin que nadie te responda, sin que nadie te reconforte con maternal sonrisa.

Inclinándose sobre el lloroso infante, la madre del gusano su vida exhaló en lácteo afecto. Luego dirigió a Thel sus humildes ojos.

Oh, belleza de los valles de Har -dijo el gusano.- No vivimos para nosotros mismos. Ante ti tienes a la cosa más irrisoria, pues eso soy en realidad; mi seno está frío de sí mismo, y de sí mismo oscuro. Pero aquel que lo humilde ama, unge mi cabeza y me besa, tendiendo sus cintas nupciales en torno a mi pecho, mientras dice: Madre de mis hijos, te he amado y te he regalado una corona que nadie podrá arrebatarte.

Cómo es esto, dulce doncella, es algo que ignoro y que averiguar no puedo. Reflexiono y no puedo pensar. Sin embargo, vivo y amo.








Debemos invertir nuestros ojos y ejercer una astronomía sublime 
en el infinito de nuestros corazones
...
Si vemos la Vía Láctea, 
es porque existe verdaderamente en nuestra alma.

Jorge Luis Borges
-El Espejo De Los Enigmas-


Rob Gonsalvez es un artista del realismo mágico 
que cojugando aire,tierra y agua, juega con la perspectiva
y crea unos paisajes de sueño.
Los protagonistas de sus obras 
tienen el encanto de lo lúdico y el asombro original.
En este vídeo he recogido algunas de sus obras
y las acompaño de la buena música de los Magic Castles. 



A mis compañeras de manada y a todas las mujeres en general,

Comparto esta edición de vídeo
 realizado con un poema de Roberto Juarroz,
poeta que me gusta mucho.
Geha


La felicidad es el deseo de repetir.
Milan Kundera



Cuando están cansados tus ojos
Está cansado también el mundo

Cuando tu visión se ha ido
No existe lugar del mundo que te pueda encontrar

Dirígete hacia la oscuridad
donde la noche tiene ojos
para reconocer a aquellos que le pertenecen

Ahí puedes estar seguro
que no estas fuera del alcance del amor

Esta noche
La oscuridad será tu vientre

La noche te dará un horizonte
más allá de lo que puedes ver

Debes aprender una sola cosa:
el mundo fue hecho para ser libre dentro de él

Renuncia a todos los mundos
menos al que perteneces tú

A veces se precisa de la oscuridad y del dulce
encarcelamiento de tu soledad
para aprender

Cualquier ser o cualquier cosa
que no te llene de vida
es demasiado pequeño para ti.
David Whyte


Lo que más nos espera, lo llevamos dentro.

Todo camino de ida es una ilusión. Solo es real el camino de regreso.

La profunda atención a la vida es el espantapájaros del sueño y de la muerte.

La tierra de las conciliaciones no precisa semillas.

Hoy somos el gran sitio donde es posible hallarlo todo.

La soledad acaba siempre por hacer trizas los espejos.

La espera más pura es aquella que se desvincula de su objeto.

Esperar es el arte de poblar el vacío sin llenarlo con fantasmas.

La soledad es la condición ineludible para que pueda darse el encuentro.

Aquello que se ama nos sostiene aunque también nos empuje hacia el abismo.
Roberto Juarroz


Kensho
Alan Watts

HUMAN.-YANN ARTHUS-BERTRAND


¿Qué es lo que nos hace humanos? 
¿Que amamos, que luchamos, que reímos, que lloramos? 
¿Es nuestra curiosidad? ¿La búsqueda de descubrimientos? 
Dirigido por estas preguntas, el cineasta y artista Yann Arthus-Bertrand 
pasó tres años recogiendo historias de la vida real de 2000 hombres y mujeres de 60 países. Trabajando con un equipo dedicado de traductores, periodistas y cámaras, Yann captura temas muy personales y profundos que nos unen a todos: la lucha contra la pobreza, la guerra y la homofobia y el futuro de nuestro planeta. Todo ello mezclado con momentos de amor y felicidad. 

Dice Rudolf Steiner que en primavera y verano la tierra duerme,
y los frutos y flores de estas estaciones,son su sueño.
En otoño la tierra vuelve a despertar y prolonga su actividad durante todo el invierno.
Es por ello que en la superficie hay más quietud y calma.



Me sorprende cuando alguno de mis pensamientos íntimos,
tienen eco días después en personas que incluso están lejanas 
y en algunas ocasiones de forma casi inmediata.
¿Será que estamos conectados por un cableado invisible
a través del cual,emitimos y recibimos información con unos sentidos
a los que aún no hemos puesto nombre y que
cuando algo hace click en nuestro interior,el mundo externo responde?
¿Será que esto que llamamos realidad no es más que una caleidoscopia
de nuestras luces y sombras?
Muchas son las teorías que lo confirman,pero ya no quiero
 afirmar nada,prefiero dejarme sorprender y maravillar.
Geha



Esto es mágico.
Estaba escuchando y me salían estrellitas por todos lados.


Una de las cosas con las que más disfruto es creando,
faceta que desarrollo de diferentes formas en mi vida.
Hace poco me dí cuenta de que cuando estoy en el proceso creativo,
no me importa si el resultado es bueno o malo,
lo único que persigo,casi compulsivamente,es expresar 
un sentir profundo que es como virginal e inexplorado,incluso para mi.
Todo empieza por una especie de cosquilleo interior que va creciendo
y me produce un desasosiego que no cesa hasta ponerme manos a la obra.
No tengo predilección ni especialidades en un medio u otro,
es el mismo impulso por crear lo que me lleva al medio en ese momento.
El proceso puede llegar a absorberme completamente,
pero es tal el placer y el fluir,que el tiempo parece desaparecer.
Es como una adicción y al margen del resultado,siento una especie
de amor incondicional por todo lo que implique esa creación.
Desgraciadamente,este no es un estado de gracia que yo pueda provocar cuando quiera;
sucede cuando sucede...
Solo puedo estar atenta a las señales de mi organismo
cuando se activan y aprovechar la ola.
Geha





Interesante articulo de Osho para trabajar de forma consciente con la energia vital:

El prana es energía, la energía vital en nosotros, la vida en nosotros. Esta vida se manifiesta a sí misma, por lo que al cuerpo físico concierne, como el aliento entrante y saliente. Son dos extremos opuestos. Los consideramos como uno solo. Decimos, "respiración", pero la respiración tiene dos extremos: la inspiración y la expiración. Toda energía tiene dos extremos, toda energía existe entre dos polos opuestos. No puede existir de otra forma. Los polos opuestos con su tensión y su armonía, crean la energía; como los polos magnéticos.

Inhalar es realmente lo contrario de exhalar y la espiración es totalmente contraria a la inspiración. En un único instante, la inhalación es como el nacimiento y la exhalación es como la muerte. En un único instante las dos cosas suceden. Cuando inhalas, naces; cuando exhalas, mueres. En un único instante existen el nacimiento y la muerte. Esta polaridad es la energía vital ascendiendo, descendiendo.

En el cuerpo físico, la energía vital adoptará esta manifestación. La energía vital nace y después de setenta años muere. Esa, también es una manifestación mayor del mismo fenómeno: inhalación y exhalación... El día y la noche.

En los siete cuerpos, el físico, el etérico, el astral, el mental, el espiritual, el cósmico, y el nirvánico, existe un correspondiente fenómeno de entrada-salida. Por lo que respecta al cuerpo mental, el pensamiento que llega y el pensamiento que se va es la misma clase de fenómeno que el aliento que entra y el aliento que sale. A cada instante un pensamiento llega a tu mente y un pensamiento se va.

El pensamiento es en sí mismo energía. En el cuerpo mental la energía se manifiesta como la llegada del pensamiento y la desaparición del pensamiento. En el cuerpo físico se manifiesta como la inhalación y la exhalación. Por eso puedes cambiar tus pensamientos con la respiración. Existe una correspondencia.

Si dejas de inhalar, impedirás entrar al pensamiento. Retén tu respiración en tu cuerpo físico y en el cuerpo mental los pensamientos se detendrán. Y, de la misma forma que el cuerpo físico se siente incómodo, tu cuerpo mental se sentirá incómodo. El cuerpo físico querrá inhalar; el cuerpo mental querrá ponerse a pensar.

De la misma forma que el aliento entra en el interior desde el exterior y el aire existe fuera de ti, también un océano de pensamiento existe alrededor de ti. Un pensamiento entra y un pensamiento sale. Así como el aire que tú respiras puede convertirse en el aire que yo respiro en otro momento, tu pensamiento puede convertirse en mi pensamiento. De la misma forma que exhalas, exhalas tus pensamientos. De la misma forma que existe el aire, existe el pensamiento; de la misma forma que el aire puede ser contaminado, también el pensamiento puede ser contaminado; de la misma forma que el aire puede ser impuro, también el pensamiento puede ser impuro.

El respirar en sí, no es prana. "Prana" significa la energía vital que se manifiesta en sí misma entre esas polaridades de entrada y salida. La energía que hace que el aliento entre, es prana; no es el aliento en sí. La energía que hace que el aliento entre, que lo consolida, esa energía que hace que el aliento entre y salga, es prana.

La energía que hace que un pensamiento entre y que un pensamiento se vaya, esa energía también es prana. Este proceso existe en todos los siete cuerpos. Solamente estoy hablando ahora del físico y del mental porque esos dos son los que conocemos; los podemos comprender fácilmente. Pero en cada nivel de nuestro ser, ocurre lo mismo.

Tu segundo cuerpo, el cuerpo etérico, tiene su propio proceso entrante y saliente. Puedes captar este proceso en cada uno de los siete cuerpos, pero lo percibirás solamente como el aliento que entra y el aliento que sale, porque solamente te relacionas con tu cuerpo físico y su prana. Entonces siempre lo mal interpretarás.

Siempre que llegue a ti cualquier sensación procedente de tus otros cuerpos o de su prana, lo interpretarás siempre como el aliento entrante y saliente, porque ésta es la única experiencia que conoces. Solamente has conocido esta manifestación del prana, de la energía vital. Pero en el plano etérico no hay ni respiración ni pensamiento, sino influjo; simplemente, un influjo, entrando y saliendo.

Entras en contacto con alguien sin haberlo conocido previamente. Ni siquiera ha hablado contigo, pero algo de él te llega. O bien le has dejado entrar o lo has expulsado. Hay una sutil influencia: puedes llamarlo amor o puedes llamarlo odio; la atracción o la repulsión.

Cuando eres repelido o atraído, esto es tu segundo cuerpo. Y a cada instante el proceso continúa, nunca se para. Siempre estás dejando entrar influencias y luego expulsándolas. El otro extremo siempre estará ahí. Si has amado a alguien, luego, en un momento determinado, serás repelido. Si has amado a alguien el aliento ha entrado; ahora será expulsado y serás repelido.

De modo que cada momento de amor será seguido por un momento de repulsión. La energía vital existe en polaridades. Nunca existe como un solo polo. ¡No puede! Y siempre que trates de considerarlo así, te esforzarás en pos de lo imposible.

No puedes amar a alguien sin odiarle en algún momento. El odio estará allí porque la fuerza vital no puede existir como un solo polo. Existe como extremos opuestos, de modo que un amigo será un enemigo; y esto continuará. Este entrar y salir sucederá hasta el séptimo cuerpo. Ningún cuerpo puede existir sin este proceso, este entrar y salir. No puede, de la misma forma que el cuerpo físico no puede existir sin inhalar y exhalar.

Por lo que concierne al cuerpo físico, nunca consideramos esos dos aspectos como opuestos, de modo que nuestra vida no resulta afectada. La vida no distingue entre inhalación y exhalación. No hay una distinción moral. No hay nada que elegir; son lo mismo. El fenómeno es natural.

Pero en lo que respecta al segundo cuerpo, el odio debe desaparecer y el amor debe quedar. Entonces has empezado a elegir. Has empezado a elegir y esta elección te causará problemas. Por eso es que el cuerpo físico es, por lo general, más sano que el segundo, que el cuerpo etérico. El cuerpo etérico siempre está en conflicto porque la elección moral lo ha convertido en un infierno. Cuando surge el amor, te sientes bien, pero cuando aparece el odio, te sientes mal. Pero ha de aparecer, de modo que una persona que sepa, una persona que haya conocido los extremos, no se siente descorazonada cuando aparece. Una persona que ha conocido los extremos está tranquila, equilibrada. Sabe qué sucederá; por esto, ni trata de amar cuando no siente amor ni crea odio alguno. Las cosas vienen y van. El no se siente atraído por lo que entra, ni repelido por lo que sale. Es simplemente un testigo. Dice, "Es como el aliento que entra y el aliento que sale".

El método de meditación budista del Anapanasati Yoga se ocupa de esto. Dice que seas simplemente un testigo de tu inspiración u de tu exhalación. Sé simplemente un testigo y empieza desde el cuerpo físico. Los otros seis cuerpos no se mencionan en el Anapanasati porque llegarán por sí mismos, poco a poco.

Cuanto más familiar llegues a sentirte con esta polaridad, con este morir y vivir simultáneamente, con este nacimiento y muerte simultáneos, más te iras dando cuenta del segundo cuerpo. Respecto al odio, Buda dice entonces que has de tener upeksha. Has de ser indiferente. Tanto si es odio como si es amor, mantente indiferente. Y no te aferres a ninguno, porque si te aferras, ¿qué sucederá con el otro extremo? Estarás incómodo. Aparecerá la enfermedad; no estás en paz.

Buda dice, "La llegada del amado es bienvenida, pero la partida del amado es llorada. El encuentro con el que te repele, es una desgracia, y la marcha del que te repele, es una dicha. Pero si continúas dividiéndote a ti mismo en esos polos, estarás en el infierno, vivirás en un infierno".

Si simplemente te conviertes en un testigo de esas polaridades, entonces dirás, "Es un fenómeno natural. Es tan natural en lo que concierne al cuerpo—o sea, uno de los siete cuerpos—que el cuerpo existe debido a esto; si no, no podría existir". Y cuando te haces consciente de esto, trasciendes el cuerpo. Si trasciendes tu primer cuerpo, entonces te haces consciente del segundo. Si trasciendes tu segundo cuerpo, entonces te haces consciente del tercero...

El ser un testigo siempre está más allá de la vida y de la muerte. Inhalar y exhalar son dos cosas y si te conviertes en testigo, entonces no eres ninguna de las dos. Entonces ha aparecido una tercera fuerza. Ahora no eres la manifestación del prana en el cuerpo físico; ahora tú eres el prana, el testigo. Ahora ves que la vida se manifiesta en el nivel físico debido a esta polaridad y si esta polaridad desaparece, el cuerpo físico desaparece; no puede existir. Necesita esa tensión para existir, esa constante tensión de entrar y salir, esta constante tensión de nacimiento y muerte. Existe debido a esto. A cada instante se mueve entre los dos polos; si no, no existiría.

En el segundo cuerpo, amor-odio es la polaridad básica. Se manifiesta de muchas formas. La polaridad fundamental es este gustar-no gustar, y a cada instante lo que te gusta se convierte en lo que te disgusta y lo que te disgusta te convierte que en lo que te gusta. ¡A cada instante! Pero nunca lo ves. Cuando lo que te gusta se convierte en lo que te disgusta, si reprimes tu desagrado y continúas engañándote, diciéndote que siempre te gustan las mismas cosas, tan sólo te estás engañando a ti mismo por partida doble. Y si algo te desagrada, sigue desagradándote, nunca te permites a ti mismo observar los momentos en que te ha gustado. Reprimimos nuestro amor hacia nuestros enemigos y reprimimos nuestro odio hacia nuestros amigos. ¡Lo reprimimos! Solamente permitimos un solo movimiento, solamente un extremo, pero debido a que éste regresa otra vez, estamos en paz. Vuelve de nuevo, por eso estamos tranquilos. Pero es algo discontinuo; nunca es continuo. No puede serlo.

La fuerza vital se manifiesta en sí misma en el segundo cuerpo como gusto y disgusto. Pero es simplemente como el respirar; no hay diferencia. La influencia es aquí el medio; el aire es el medio en el cuerpo físico. El segundo cuerpo vive en una atmósfera de influencias. No es simplemente que alguien entre en contacto contigo y tú empieces a sentir simpatía hacia él. Incluso si nadie entra y tú estás solo en la habitación, tú estarás con el gustar-disgustar, gustar-disgustar. No habrá diferencia. El gustar-disgustar se irán alternando continuamente.

Es a través de esta polaridad que existe el cuerpo etérico; ésta es su respiración. Si te conviertes en su testigo, entonces simplemente reirás. Entonces no habrá amigo ni enemigo. Entonces sabrás que es sencillamente un fenómeno natural.

Si te vuelves consciente y te conviertes en un testigo del segundo cuerpo, del gustar y disgustar, entonces podrás conocer el tercer cuerpo. El tercero es el cuerpo astral. Así como las "influencias" existen en el cuerpo etérico, el cuerpo astral tiene "fuerzas magnéticas". Su magnetismo es su respiración. En un momento dado te sientes poderoso y al siguiente instante te sientes impotente; en un instante dado eres optimista y al siguiente instante eres pesimista; en un instante dado te sientes confiado y al instante siguiente pierdes toda tu confianza. Es un magnetismo que penetra en ti y un magnetismo que se va de ti. Hay momentos en que puedes desafiar incluso a Dios, y hay momentos en que temes incluso a las sombras.

Cuando la fuerza magnética está en ti, cuando está llegando a ti, te sientes grande. Cuando se ha ido, eres simplemente un don nadie. Y esto cambia hacia atrás y hacia adelante, como el día y la noche; el círculo da vueltas, la rueda da vueltas. Así, incluso una persona como Napoleón tiene sus momentos de impotencia e incluso una persona muy cobarde tiene sus momentos de bravura.

En el judo existe una técnica para determinar cuándo una persona carece de fuerza. Ese es el momento de atacar. Cuando es poderoso, te derrotará, de modo que has de saber el momento en que su poder magnético se le va y entonces atacar, y tú has de incitar a que te ataque cuando tu fuerza magnética está entrando. Este entrar y salir de la fuerza magnética corresponde a tu aliento. Por eso, cuando has de hacer algo complicado, retienes tu respiración. Por ejemplo, si has de levantar una pesada piedra, no puedes alzarla cuando el aliento está siendo expulsado. ¡No puedes hacerlo! Pero cuando el aliento está entrando, o cuando es retenido, puedes hacerlo. Tu respiración se corresponde con lo que está sucediendo en el tercer cuerpo. De modo que cuando el aliento está saliendo, a menos que la persona en cuestión haya sido entrenada para engañarte, es el instante en que su fuerza magnética se le está yendo, éste es el instante de atacar. Y éste es el secreto del judo. Incluso una persona más fuerte que tú puede ser derrotada si conoces el secreto de cuándo se siente él temeroso e inerme. Cuando la fuerza magnética no está en su interior, se sentirá inerme.

El tercer cuerpo vive en una esfera magnética, como el aire. A nuestro alrededor hay fuerzas magnéticas; las inspiras y las exhalas. Pero si te das cuenta de esta fuerza magnética que está entrando y saliendo, entonces ni serás poderoso ni impotente. Trascenderás ambos.

Entonces existe el cuarto cuerpo, el cuerpo mental: pensamientos que entran y pensamientos que salen. Pero esta entrada-salida de pensamientos tiene también su paralelismo. Cuando un pensamiento viene a ti al inspirar, solamente en esos momentos nace un pensamiento original. Cuando exhalas, esos son momentos de impotencia; ningún pensamiento original puede nacer de esos momentos. En los momentos en que algún pensamiento original aparece, la respiración incluso se para. Cuando algún pensamiento original nace, entonces la respiración se detiene. Es simplemente un fenómeno de correspondencia.

Con los pensamientos que se van, no nace nada. Simplemente están muertos. Pero si tú te haces consciente de tus pensamientos entrantes y salientes, entonces puedes conocer el quinto cuerpo.

Hasta el cuarto cuerpo las cosas no son difíciles de entender, porque tenemos alguna experiencia sobre la que basarnos para comprenderlas. Más allá del cuarto las cosas se vuelven muy extrañas, pero aún así, algo puede ser comprendido. Y cuando tú trasciendes el cuarto cuerpo lo comprendes más.

En el quinto cuerpo... ¿cómo decirlo? La atmósfera del quinto cuerpo es la vida, del mismo modo que el pensamiento, el aliento, la fuerza magnética, el amor-odio, son las atmósferas de los cuerpos inferiores.

Para el quinto cuerpo, la vida misma es la atmósfera. Así que en el quinto, la entrada es un momento de vida, y la salida es un momento de muerte. Con el quinto, te vuelves consciente de que la vida no es algo que esté en ti. Entra en ti y se va de ti. La vida misma no está en ti. Simplemente entra y sale como la respiración.

Por eso es que "respiración" y "prana" se han convertido en sinónimos; debido al quinto cuerpo. En el quinto cuerpo, la palabra prana es muy importante. Es la vida la que está entrando y la vida la que está saliendo. Y de ahí el miedo a la muerte que constantemente nos persigue. Eres consciente siempre de que la muerte está cerca, esperando en la esquina. Siempre está ahí, esperando. Este sentimiento de que la muerte siempre que está esperando, este sentimiento de inseguridad, de muerte, de oscuridad, se relaciona con el quinto cuerpo. Es un sentimiento muy oscuro, muy vago, porque no eres completamente consciente de él.

Cuando llegas al quinto cuerpo y te vuelves consciente de él, entonces sabes que la vida y la muerte son, ambos, la respiración del quinto cuerpo; entrando y saliendo. Y cuando te das cuenta de esto, entonces sabes que no puedes morir, porque la muerte no es un fenómeno inherente, como tampoco lo es la vida. Ambos, vida y muerte, son fenómenos exteriores que te ocurren a ti. Tú nunca has estado vivo, nunca has estado muerto; tú eres algo que trasciende por completo a ambos. Pero este sentimiento de trascendencia solamente puede llegar cuando te vuelves consciente de la fuerza vital y de la fuerza mortal en el quinto cuerpo.

Freud ha dicho en alguna parte que él tuvo, en cierta medida, un vislumbre de esto. El no era un adepto al Yoga, sino, lo habría comprendido. El lo llamó "la voluntad de morir", y dijo que cada hombre, a veces ansia la vida y a veces ansía la muerte. Hay dos voluntades opuestas en los hombres. Una voluntad de vivir y una voluntad de morir. Para la mente occidental esto resultaba completamente absurdo, ¿cómo podían esas voluntades contradictorias existir en una persona? Pero Freud dijo que, debido a que es posible el suicidio, debe de existir una voluntad de morir.

Ningún animal se suicida, porque ningún animal puede llegar a darse cuenta del quinto cuerpo. Los animales no pueden suicidarse porque no pueden volverse conscientes, no pueden saber que están vivos. Para cometer suicidio, es necesaria una cosa: ser conscientes de la vida; y ellos no son conscientes de la vida. Pero también hay otra cosa que es necesaria: para cometer suicidio debes también ser inconsciente de la muerte.

Los animales no pueden suicidarse porque los animales no son conscientes de la vida, pero nosotros podemos suicidarnos porque nosotros somos conscientes de la vida, pero no somos conscientes de la muerte. Si uno se vuelve consciente de la muerte, entonces uno no puede suicidarse. Un Buda no puede suicidarse porque eso es algo innecesario, es una estupidez. El sabe que no puedes realmente matarte a ti mismo; sólo puedes simular que lo haces. El suicidio es simplemente una pose, porque en realidad ni estás vivo ni muerto.

La muerte pertenece al quinto plano, al quinto cuerpo. Es la salida de una determinada energía y la entrada de una determinada energía. Tú eres aquél en el que esto sucede. Si te identificas con lo primero, puedes hacer lo segundo. Si te identificas con el vivir y la vida se vuelve algo imposible, puedes decir, "Me suicidaré". Esto es el otro aspecto de tu quinto cuerpo afirmándose a sí mismo. No hay ni un solo ser humano que no haya pensado alguna vez en suicidarse... porque la muerte es la otra cara de la vida. Esta otra cara puede convertirse en suicidio o asesinato; puede ser cualquiera de los dos.

Si estás obsesionado con la vida, si estás tan aferrado a ella que suspiras por negar la muerte por completo, entonces eres capaz de matar a otro. Al matar a otro satisfaces tu deseo de muerte: "la voluntad de morir". Con este truco, la satisfaces, y piensas que ahora no tendrás que morir porque alguien ya ha muerto.

Los que han cometido grandes asesinatos,—Hitler, Mussolini—sienten mucho temor hacia la muerte. Siempre tienen miedo de la muerte, de forma que proyectan esta muerte sobre los demás. La persona que es capaz de matar a alguien siente también que ella es más poderosa que la muerte. El puede matar a otros. De un modo mágico, con una fórmula mágica, él piensa que, debido a que él puede matar, él trasciende la muerte; que una cosa que él puede hacer a los demás, no puede ocurrirle a él. Esto es una proyección de la muerte, pero puede volver de regreso a ti. Si acabas con tantas personas que al final te suicidas, es la proyección que regresa a ti.

En el quinto cuerpo, con la vida y la muerte llegando a ti, con la vida entrando y saliendo, uno no puede estar apegado a nadie. Si estás apegado, no estás aceptando la polaridad totalmente y enfermarás.

Hasta el cuarto cuerpo no era tan difícil, pero concebir la muerte y aceptarla como otro aspecto de la vida, es la acción más difícil. Sentir la vida y la muerte como paralelos, siendo simplemente lo mismo, dos aspectos de una cosa, es lo más difícil. Pero en el quinto, ésta es la polaridad. Esta es la existencia pránica del quinto.

Con el sexto cuerpo, las cosas se vuelven incluso más difíciles, porque el sexto ya no es la vida. Para el sexto cuerpo... ¿qué decir? Después del quinto, el "yo" desaparece, el ego desaparece. Entonces deja de haber ego; te vuelves uno con el Todo. Ahora no hay ninguna "cosa" tuya que entre y salga, porque no existe el ego. Todo se convierte en cósmico, y debido a que se convierte en cósmico, la polaridad adopta la forma de Creación y Destrucción; srishtri y pralaya. Por eso es que se vuelve más difícil con el sexto; la atmósfera es la "fuerza creativa y la fuerza destructiva". En la mitología hindú se denominan esas fuerzas como Brahma y Shiva.

Brahma es la deidad de la Creación, Vishnú es la deidad del la Conservación, y Shiva es la deidad de la Gran Muerte, de la Destrucción o Disolución, donde todo regresa a su fuente original. El sexto cuerpo existe en esta inmensa esfera de creatividad y destrucción; la fuerza de Brahma y la fuerza de Shiva.

A cada instante la creación llega hasta ti y a cada instante todo se sumerge en la disolución. Por esto cuando un yogui dice, "He contemplado la Creación y he contemplado el Pralaya, el Final; he visto la aparición del mundo y he visto el regreso del mundo al vacío", está hablando del sexto cuerpo. El ego no está allí; todo aquello que entra y sale eres tú. Tú te vuelves uno con ello.

Una estrella nace; ése es tu nacimiento. Y la estrella está desaareciendo; ésa es tu muerte. Por eso se dice en la mitología hindú que una Creación es una respiración de Brahma, ¡Solamente una respiración! Es la respiración de la fuerza cósmica. Cuando Brahma inhala, la creación aparece; nace una estrella, las estrellas nacen del caos, todo empieza a existir. Y cuando su aliento es exhalado, todo desaparece, todo se extingue: una estrella muere... La Existencia entra en la no-Existencia.

Por eso digo que en el sexto cuerpo es muy difícil. El sexto no es egocéntrico; se convierte en cósmico. Y en el sexto cuerpo se conoce todo sobre la Creación, todo lo que las religiones del mundo nos cuentan. Cuando uno habla de la Creación, está hablando del sexto cuerpo y del conocimiento asociado a él. Y cuando uno habla del gran Diluvio, del final, uno habla del sexto cuerpo.

Con el Diluvio Universal de la mitología judeo-cristiana o babilónica o de la mitología siria, o con el pralaya de los hindúes, aparece la exhalación, ésa del sexto cuerpo. Es una experiencia cósmica, no una individual. Es una experiencia cósmica, ¡Tú no estás allí!

La persona que está en el sexto cuerpo, que ha alcanzado el sexto cuerpo, contemplará todo aquello que está muriendo como si fuera su propia muerte. Un Mahavira no puede matar una hormiga, debido no a algún principio de no-violencia, sino a su propia muerte. Todo aquello que muere es su muerte.

Cuando te vuelves consciente de esto, de la creación y la destrucción, de las cosas entrando en la Existencia a cada instante y de las cosas desapareciendo de la Existencia a cada instante, esa consciencia es el sexto cuerpo. Siempre que algo desaparece de la Existencia, otra cosa está entrando. Un sol está muriendo; otro está naciendo en alguna otra parte. Esta Tierra morirá; otra Tierra vendrá. Nos aferramos incluso en el sexto cuerpo. "La Humanidad no ha de morir", pero todo aquello que ha nacido ha de morir, incluso la Humanidad ha de morir. Las bombas de hidrógeno se crearán para destruirla. Y en el instante en que creemos bombas de hidrógeno, al instante siguiente crearemos un deseo de ir a otro planeta, porque la bomba implica que la Tierra se acerca a su muerte. Antes de que esta Tierra muera, la vida empezará a evolucionar en algún otro lugar.

El sexto cuerpo es el sentimiento de la Creación y la Destrucción cósmicas. Creación-destrucción... el aliento entrante-el aliento saliente. Por eso se utiliza "La respiración de Brahma". Brahma es una personalidad del sexto cuerpo; te conviertes en Brahma en el sexto cuerpo. En realidad te vuelves consciente de ambos, de Brahma y de Shiva, de los dos polos. Y Vishnú está más allá de la polaridad. Ellos forman el trimurti, la Trinidad: Brahma, Vishnú, y Mahesh, o Shiva.

Esta Trinidad es la trinidad del "ser testigo". Si te haces consciente de Brahma y de Shiva, del creador y del destructor, si te vuelves consciente de esos dos, entonces conoces el tercero, Vishnú. Vishnú es tu realidad en el sexto cuerpo. Por eso Vishnú se convierte en el más importante de los tres. Brahma es recordado, pero aunque él es el dios de la creación, es adorado solamente en uno o dos templos. Él debería ser adorado, pero no es realmente adorado.

Shiva es más adorado incluso que Vishnú, porque tememos la muerte. Su adoración nace de nuestro miedo a la muerte. Pero muy pocos adoran a Brahma, al dios de la creación, porque no hay nada que temer; tú ya has sido creado, de modo que Brahma no te preocupa. Por eso no hay un solo gran templo que se le haya dedicado. El es el creador, de modo que todos los templos deberían estar dedicados a él, pero no lo están.

Shiva tiene el mayor número de devotos. Está en todas partes porque muchos templos fueron construidos en honor a él. Simplemente una piedra es suficiente para simbolizarlo; si no, hubiera sido imposible crear tantos ídolos de él. De modo que una simple piedra es suficiente... Pones una piedra en cualquier lugar y Shiva está allí. Debido a que la mente teme tanto a la muerte, no puedes escapar de Shiva; ha de ser adorado, y ha sido adorado.

Pero Vishnú es la divinidad más sustancial. Por eso Rama es una encarnación de Vishnú, Krishna es una encarnación de Vishnú, todos los avataras, las encarnaciones divinas, son una encarnación de Vishnú. E incluso Brahma y Shiva reverencian a Vishnú. Brahma puede ser el Creador, pero él crea para Vishnú; Shiva puede ser el Destructor, pero el destruye para Vishnú. Esos son los dos alientos de Vishnú: el que entra y el que sale. Brahma es el aliento entrante y Shiva es el aliento saliente. Y Vishnú es la realidad en el sexto cuerpo.

En el séptimo cuerpo las cosas son incluso más difíciles. Buda llamó al séptimo cuerpo el nirvana kaya, el cuerpo de la Iluminación, porque la Mente, el Absoluto, reside en el séptimo cuerpo. El séptimo cuerpo es el cuerpo supremo, así que allí no hay ni creación ni destrucción, sino, más bien, ser y no-ser. En el séptimo, la creación siempre es de algo, no es la tuya. La creación será de algo que no eres tú y la destrucción será de algo que no eres tú, mientras que el ser eres tú y el no-ser eres tú. El séptimo cuerpo, ser y no-ser, existencia y no existencia, son los dos alientos. Uno no debería identificarse con ninguno. Todas las religiones han empezado a través de aquellos que han alcanzado el séptimo cuerpo. Y, a lo sumo, el lenguaje puede ser reducido a dos palabras: ser y no ser. Buda habla el lenguaje del no-ser, del aliento saliente, de modo que dice, "La nada es la realidad", mientras que Shankara habla el lenguaje del ser y dice que el "Brahman es la Realidad Suprema". Shankara emplea términos positivos porque él elige el aliento entrante y Buda emplea términos negativos porque él elige el aliento saliente. Pero son sólo elecciones en lo que se refiere al lenguaje.

La tercera elección es la realidad, lo que no puede ser expresado. Como máximo podemos decir: el "ser absoluto", o el "no-ser absoluto". Es lo más que puede decirse porque el séptimo cuerpo está más allá de esto. El trascenderlo es aún posible. Puedo decir algo sobre esta habitación si salgo afuera. Si trasciendo esta habitación y voy a otra habitación, puedo recordar ésta, puedo decir algo sobre ésta. Pero si yo salgo de esta habitación y caigo en un abismo, entonces no puedo decir nada de esta habitación. Con cada cuerpo, podía expresarse un tercer punto mediante palabras, símbolos, porque el cuerpo que lo trascendía estaba ahí. Podías ir allí y mirar hacia atrás. Pero solamente hasta el séptimo es esto posible. Más allá del séptimo no se puede decir nada, porque el séptimo es el último cuerpo; más allá está la "ausencia de cuerpo".

Con el séptimo uno ha de elegir "ser" o "no-ser", o el lenguaje de la negación o el lenguaje de la positividad. Y solamente hay dos elecciones. Una es la elección de Buda; el dice, "Nada queda". Y la otra es la elección de Shankara; él dice, "Todo es".

En las siete dimensiones, en los siete cuerpos, por lo que respecta al hombre y por lo que respecta al mundo, la energía vital se manifiesta en esferas multidimensionales. En todas partes, siempre que haya vida, el proceso entrante y saliente estará allí. Siempre que exista vida, el proceso existirá. La vida no puede existir sin esa polaridad.

De modo que prana es energía, energía cósmica, y nuestro primer encuentro con ella es en el cuerpo físico. Se manifiesta primero como respiración, y luego va manifestándose como otras formas de respiración: influencias, magnetismo, pensamientos, vida, creación, ser. Continúa y si uno se vuelve consciente de ello, uno siempre lo trasciende y llega a un tercer punto. En el momento en que alcanzas este tercer punto, trasciendes ese cuerpo y entras en el siguiente cuerpo. Entras en el siguiente cuerpo desde el primero, y así prosigues.

Si sigues trascendiéndolos todos, hasta el séptimo habrá todavía un cuerpo, pero más allá del séptimo está la "ausencia de cuerpo". Entonces tú te vuelves puro. Entonces no estás dividido; entonces deja de haber polaridades. Entonces se es advaita, no-dos. Entonces hay unidad.
http://www.oshogulaab.com/
Y entre silencio y silencio,la música. 
 Esta bella canción de Nick Drake,
está inspirada en El Barquero de Shiddarta (Herman Hesse) .
Espero que os guste.
Geha




La música Gandharva Veda, más conocida como música clásica de la India, es la expresión de la eterna música de la naturaleza. Es la música que está en sintonía con la ley natural.

Encajan perfectamente con los ciclos y ritmos cambiantes de la naturaleza que gobiernan la evolución de todos los niveles de la creación, desde lo diminuto hasta el universo en constante expansión.

Es utilizada en el Ayurveda para activar los poderes auto-curativos del cuerpo, para neutralizar el estrés, y crear una atmósfera relajada y pacífica. El sistema ayurvédico de salud lo ha usado durante miles de años para tratar enfermedades. Según la tradición védica, cuando una persona escucha una raga (melodía) a su hora apropiada, esta eterna música de la naturaleza tiene el efecto de poner a la mente, al cuerpo y al medio ambiente en armonía con los ritmos universales de la naturaleza. A través de la cualidad (rasa) particular de cada raga podemos avivar en nosotros esa mismas cualidades como fuerza emocional, serenidad,creatividad, felicidad, compasión, sabiduría, éxito,sueño reparador…
http://www.ayurvedasalud.com/

El sol y la savia vegetal hablan continuamente, en el campo, de lo más grande que hay en el mundo. Nosotros no vivimos gracias a otra cosa que a la energía solar; la comemos, y es ella la que nos mantiene en pie, la que mueve nuestros músculos, la que corporalmente opera en nosotros todos nuestros actos. Es quizás, bajo formas diversas,la única cosa en el universo que constituye una fuerza antagónica a la gravedad; es ella la que sube a los árboles, la que por nuestros brazos levanta los pesos, la que mueve nuestros motores. Procede de una fuente inaccesible y a la que no podemos aproximarnos ni siquiera un paso. Desciende continuamente sobre nosotros. Pero aunque nos baña perpetuamente nosotros no podemos captarla. Sólo el principio vegetal de la clorofila puede captarla para nosotros y hacerla nuestro alimento. Sólo hace falta que la tierra esté convenientemente preparada por nuestros esfuerzos; así, por la clorofila la energía solar se convierte en sólida y entra en nosotros como pan, como vino, como aceite, como fruta. Todo el trabajo del agricultor consiste en cuidar y en servir a esta virtud vegetal.Simone Weil


Nuestros dramas y conflictos solo se pueden disolver en una percepción diferente de la realidad. 
El conflicto surge de las ilusiones y creencias nacidas por la inmadurez 
de la mente humana a lo largo de siglos. 
Una mente muy pequeña con la que hemos construido un mezquino y cruel laberinto.
Cada vez que el corazón encuentra el espacio en el que se disuelven las ilusiones de esa mente, 
una construcción colectiva se desmorona y una nueva energía comienza a circular. 
Una energía que no se origina en el hombre,
pero que necesita de nosotros para manifestarse.
Eugenio Carutti

Forjamos vidas libres de riesgo, 
en las que no ocurre nada.
James Hillman
Ohio Song.Alex Grey

El pájaro canta, emitiendo un haz de energía acústica, 
verde, amarilla y roja, cuya vibración es tan positiva para el árbol, 
que hace que los frutos que están más cerca de el sonido, maduren más rápido 
(las dos castañas más cercanas, rompen la cáscara).
Arte&Sofia

El silencio es una de las grandes artes de la conversación.
Cicerón

Ufff...me ha tocado muy hondo este mensaje de Frank Cuesta!!
Hoy me levanté con una sensación de hambre de música.


Comparto el enlace del libro La agonía de Eros 
de Byung-Chul Han,filósofo que me gusta muchísimo.

LIBRO