Una de las cosas con las que más disfruto es creando,
faceta que desarrollo de diferentes formas en mi vida.
Hace poco me dí cuenta de que cuando estoy en el proceso creativo,
no me importa si el resultado es bueno o malo,
lo único que persigo,casi compulsivamente,es expresar 
un sentir profundo que es como virginal e inexplorado,incluso para mi.
Todo empieza por una especie de cosquilleo interior que va creciendo
y me produce un desasosiego que no cesa hasta ponerme manos a la obra.
No tengo predilección ni especialidades en un medio u otro,
es el mismo impulso por crear lo que me lleva al medio en ese momento.
El proceso puede llegar a absorberme completamente,
pero es tal el placer y el fluir,que el tiempo parece desaparecer.
Es como una adicción y al margen del resultado,siento una especie
de amor incondicional por todo lo que implique esa creación.
Desgraciadamente,este no es un estado de gracia que yo pueda provocar cuando quiera;
sucede cuando sucede...
Solo puedo estar atenta a las señales de mi organismo
cuando se activan y aprovechar la ola.
Geha