El deseo de luz produce luz.
Es realmente luz lo que se desea cuando cualquier otro móvil está ausente.
Aunque los esfuerzos de atención fuesen durante años aparentemente estériles,
un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos, inundará el alma.
Cada esfuerzo añade un poco más de oro a un tesoro que nada en el mundo puede sustraer.
Simone Weil