Hoy tenía que realizar una gestión administrativa
antes de entrar a trabajar,la mañana era espléndida
y a pesar de que las oficinas se encontraban en otra localidad,
decidí ir caminando.Durante el trayecto me encontré
con algunos conocidos a los que salude.
Todo era tranquilo y presagiaba un buen viernes.
Al llegar,había dos funcionarias detrás un mostrador, 
 nadie esperaba para ser atendido
y me alegré pensando que terminaría pronto.
 A mi saludo de buenos días no obtuve ninguna respuesta.
Durante la espera de que alguna de ellas se dignase atenderme,
observo los dos cuerpos moviéndose tras el mostrador como zombies 
llevando papeles de una bandejas a otra con desgana.
Al fin,una de ellas viene hacia mi y le explico lo que necesito de Su Merced
y la respuesta es que no es posible por la norma,
porque la norma es la norma y no contempla ninguna 
alternativa que no sea la norma.
tatata...
Salgo de la oficina acordándome de Kafka
y de súbito,aparece un nubarrón 
desde el que Júpiter lanza uno de sus rayos.
Gea