Comentaba con una amiga, que estamos tan acostumbrados
a juzgar todo lo que sentimos y lo que nos pasa
que no vemos el verdadero sentido de nuestros síntomas.
Sentir dolor o malestar es para mi una señal de salud 
y de que estamos vivos,pero sobre todo,
el síntoma es una luz que nos permite ver la causa.
La sociedad está enferma y su principal dolencia
es la obsesión por acallar el dolor,la incomunicación,
la soledad,la carencia,el vacío y otras muchas..... 
Quizás porque de esta forma no nos preguntaremos
porqué nos duele y qué virus lo provoca.
Emulamos los arquetipos de ciudadanos bien adaptados,
consumimos aquellos productos que los representan 
como triunfadores,prósperos y felices,como si fuesen analgésicos
para  nuestras tristezas,miserias y agujeros,
pero esto sólo nos procuran un alivio y olvido momentáneo
de lo que verdaderamente está gritando en nuestro interior.
Si en lugar de dejarnos distraer por todas estas cosas,
parásemos un poco y nos centrásemos en lo que realmente
sentimos,puede que descubramos que no necesitamos ni queremos
todo por lo que tanto nos esforzamos y que el dolor no es por
lo que nos falta,sino por lo que tenemos y olvidamos.
Gea